Él siempre le había tenido miedo a la obscuridad, a los duendes bajo la cama, pero nunca se había atrevido a entrar en aquel mundo hasta esa noche en que la luz lo abandonó y llegó a acompañarlo la soledad; pero a él no le gustaba, así que prefirió buscar amigos debajo de la cama.
Se asomó con mucho miedo y alcanzó a ver su super héroe favorito, hacia tanto que lo había olvidado como a sus otros juguetes; claro ahora tenía más responsabilidades, problemas y menos tiempo para ellos y para él mismo. Pero el hecho de verlo le dio confianza y por fin entró.
Cual no fue su sorpresa al econtrarse en una fiesta de lueces, colores y como invitados todos sus amigos de la infancia. Lo que más le causó felicidad y un poco de risa fue ver como adornos de aquella fiesta a todos los calcetines que había perdido durante tantos años....tanto tiempo tratando de indagar donde habían quedado....
Esa noche fue maravillosa, platicando con sus amigos de recuerdos de su niñez, sintiendo que los problemas no importaban en ese momento y dándose un poco de tiempo.
Cuando salió la luz ya había llegado y él se sentía mejor que nunca.
